El mundo no es el mismo desde febrero de 2020, nuestro entorno cambió totalmente en un abrir y cerrar de ojos. Y desde entonces nos hemos preguntado ¿podré hacer ese viaje que tanto anhelaba, o será que la pandemia me lo seguirá impidiendo?
Ha pasado más de un año y la situación sigue cambiando debido a las variantes del coronavirus y el incremento de casos a nivel mundial, pese a que existen diversas vacunas.
Todo esto nos muestra que quizá no será fácil lograr los objetivos de vivir la aventura que añoras en Irlanda. Pero ¿cuándo ha sido el momento de dejar de luchar por nuestros sueños? Yo considero que nunca, ya que éstos se mantienen firmes y nos visualizan dónde y cómo queremos estar en un futuro.
Les contaré mi caso, cuando inicié mi plan de estudiar en Irlanda fue toda una odisea. El primer factor fueron mis padres. Ellos no querían que fuera a estudiar al extranjero porque creían que era muy peligroso, y entre los varios factores, anteponían la distancia que hay entre México e Irlanda. Sin embargo, me di cuenta de que lo que más sentían era miedo, miedo de que su pequeña estuviera lejos de casa.
A pesar de que tenemos una relación muy estrecha y de entender lo que pensaban y sentían, la realidad era que mi cabeza y mi cuerpo sentían y pasaban por diferentes emociones, desde nervios, ansiedad, o tristeza, hasta nostalgia y felicidad.
Meses antes de iniciar mi viaje, estuve meditando qué implicaría ir a Irlanda. Sabía que estaría fuera de casa, que estaría lejos de mis amigos y familiares, lo que generaba en mí mucho miedo, pues es una emoción normal al estar sola en un lugar desconocido, con diferente cultura y lenguaje. Sin embargo, las ganas que tenía de vivir la aventura en Irlanda eran mucho mayor, sobre todo, porque tenía la convicción de que este viaje me permitiría lograr superarme y alcanzar mis metas personales.
Quizá en aquellos tiempos no había esta pandemia, pero hay que tener en cuenta de que siempre habrá riesgos y simplemente hay que decidir cuándo es el mejor momento para partir, sentirse libre y darse la oportunidad de explorar nuevos horizontes. Es importante seguir lo que dicta el corazón y recordar que soñar sin miedos es vivir sin límites.
Sin duda, ¡la aventura en Irlanda te espera!
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